Gracias a los avances y tratamientos en odontología no siempre es necesario la extracción de un diente o una muela. Pero cuando no existe otra solución y se necesita extraer una pieza dental dañada hay que tomar una serie de medidas para evitar infecciones o complicaciones.
Siempre se deben seguir las indicaciones del odontólogo porque cada situación y paciente es diferente. Aunque estos consejos genéricos pueden resultar muy útiles y la mayoría son de sentido común:
Antes de la extracción
- Evitar las bebidas alcohólicas (también después de la cirugía)
- Dormir bien la noche anterior y procurar hacer comidas ligeras
- Según la cantidad de anestesia y/o sedación quizás no podrás conducir
- Comunicar si tomas algún medicamento, aunque tu dentista ya te lo tiene que preguntar
- Es común que se administren antibióticos antes para combatir infecciones
Después de la extracción
- Al quitar un diente o una muela la zona queda dolorida por lo que debes consultar que calmante es el más adecuado para reducir tus molestias
- Para controlar el sangrado puedes emplear gasas limpias con las que presionar ligeramente el área afectada. Eso sí, si sangras demasiado tras unas horas debes acudir a la consulta
- Los restos de comida se eliminan con enjuagues suaves de agua tibia con sal
- Mucho cuidado los primeros días para limpiar la zona de la extracción
- Según la dificultad de la cirugía puedes necesitar seguir una dieta blanca
- Cuando se trata de las muelas del juicio se suele aplicar hielo y mantener la cabeza elevada al acostarse
- Pueden ser necesarios antibióticos que se tomarán según las instrucciones que te faciliten
Si en algún momento te toca realizar una extracción, no tengas miedo ya que hoy en día las técnicas han mejorado mucho y no siempre resultan dolorosas. Lo más importante es seguir las pautas que marque el odontólogo para que el tejido se recupero sin incidencias y si notas cualquier anomalía o dolor persistente consultarlo lo antes posible.
