La periodoncia es la disciplicina que se encarga de los tratamientos de los tejidos que rodean al diente, las encías y el hueso. Los malos hábitos de higiene bucal, la deficiente técnica de cepillado, los factores genéticos o el hábito de fumar, entre otras causas, ocasionan la acumulación de restos de alimentos y otros irritantes que favorecen la proliferación de bacterias que inflaman e irritan las encías. Así, aparecen dos enfermedades fundamentales periodontales: gingivitis y periodontitis.
La gingivitis es la inflamación de las encías caracterizada por el sangrado y enrojecimiento de éstas. Y la periodontitis es la inflamación y pérdida de los tejidos periféricos del diente, es decir, ligamento periodontal y hueso produciéndose movilidad dental. En los casos más incipientes el tratamiento pasa por realizar una fase higiénica mediante un raspado y alisado radicular y el uso de antimicrobianos. No obstante, a veces se necesita de una cirugía periodontal si el problema está más avanzado.
Actualmente, con los implantes, la periodoncia también es la encargada de la prevención y tratamiento de enfermedades periimplantares como la periimplantitits.
Como siempre, la mejor forma de prevenir complicaciones en la boca es llevar a cabo una correcta limpieza además de visitar al dentista.
¡No te olvides de tus revisiones con bucales!
¿Es dolorosa una limpieza dental?
La ozonoterapia en odontología
